En la teología judeocristiana el equivalente al término arrepentimiento es traducido del Hebreo "(תשובה)", que significa literalmente “volver” o "volverse". Así mismo, literalmente significa dejar el pecado atrás, dejar de pecar, rechazar la maldad, para volverse al camino de Dios y guardar sus mandamientos, volverse lejos de la maldad y la mentira, hacia la santidad y la verdad.